Vecinos quisieron linchar al acusado de asesinar a Brenda
Tiene 37 años y fue imputado por homicidio agravado “criminis causae” y femicidio. Cotejarán el perfil genético del detenido con el material hallado en el cuerpo de la joven.
“Bajó los ojos y me dijo: ‘Sí, vi a la chica, sí fui yo… Me mandé un cagadón. Si me tienen que linchar, que me linchen…”, contó el fiscal René Bosio que dijo el acusado de violar y matar a Brenda Arnolleto, de 24 años, a poco de ser detenido.
Emanuel Heraclio Retamar, un trabajador golondrina de 37 años, es el acusado de haber atacado a la joven el lunes último a la noche en la localidad de Pozo del Molle, a 171 kilómetros de la ciudad de Córdoba, consignó La Voz del Interior.
Brenda, quien había salido a caminar por el pueblo, fue violada y estrangulada en una casa en construcción.
El acusado quedó imputado por homicidio doblemente calificado criminis causae (cuando se mata para ocultar otro delito) y femicidio, lo que significa prisión perpetua si es condenado.
El fiscal Bosio espera los resultados de material genético hallado en el cuerpo de la víctima: restos de semen y piel debajo de las uñas de la víctima. Si este material coincide con el ADN del sospechoso, el caso estará resuelto.
Ayer, tras conocerse la detención de Retamar, un grupo de vecinos indignados por lo ocurrido se reunió frente a la comisaría y pidió que lo suelten para lincharlo. Según testigos, querían que se lo “dieran” al pueblo. Hubo que poner una valla de contención hasta que se calmaron.
Autoinculpado
El detenido, oriundo de Santa Fe y quien tiene una condena por abuso sexual, trabajaba en un campo en Las Varillas.
Según el fiscal Bosio, Retamar habría declarado que el lunes a la noche estaba tomando una cerveza y vio a Brenda mientras pasaba caminando por la vereda.
El acusado dijo que se escondió detrás de una planta y que, cuando la joven pasó, la empujó a la obra en construcción.
Se trata de una persona fornida, con fuerza, “que tranquilamente pudo haber atacado a Brenda solo”, indicó el fiscal.
No era frecuente que Retamar visitara Pozo del Molle. El dueño del bar dijo que lo vio sólo una vez.
Bosio indicó que llegaron a él luego de las declaraciones de varios testigos. El testimonio de una mujer que lo vio en la terminal de ómnibus fue clave.
Esa vecina contó que el lunes a las 22.30 el hombre estaba muy nervioso por haber perdido un colectivo y que luego lo vio yéndose en un camión al que le hizo “dedo”.
“Con esto, indicó el fiscal, ubicamos al camionero, quien nos contó que efectivamente lo había trasladado hasta el campo en el que trabaja y así dimos con el sospechoso”.
Según Bosio, Retamar se contradijo varias veces. “Primero dijo que no había estado en Pozo del Molle, pero luego reconoció que sí. Después dijo que se había ido en un colectivo; más tarde aceptó que no”.
“Todo el tiempo dudaba. No contestaba bien. En un momento se quebró y reconoció que él había atacado a la chica”, contó.
Anoche, allanaron su casa en busca de pruebas.